Venís con la sonrisa llena de vos
en plena luna
con el alma al borde de los ojos
y muchas ganas
venís repleta de delirio
de amarillo
con las manos abiertas
venís y me das el día
los sueños
y casi sin saber
el aire que respiro,
te me metes por la nariz
haciéndome cosquillas
y despacito vas siendo sangre
oxigeno, imágenes
despacito te siento en mis pulmones
y te exhalo de repente y sin querer
solo para volver a respirarte
para volver a hacerte parte de mí.
¡Qué lindo tu sentir, mi querido poeta!... Te abrazo con el alma de esta vida y de las otras; desde aquí y desde siempre. (Madrina, menos no, ¿eh?)
ResponderEliminarMuchas gracias María Inés , un abrazo niña ( así que madrina ? jaja )
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