De lejos
viene mi noche,
noche de abrazos largos.
De lejos
escucho tu voz,
voz temblada de cielo
de cielo y frío.
De lejos nos mienten un sol
que de cerca quemaría.
De lejos
mis ojos y mi piel,
hecha del alma tuya, arden
arden este calor nuestro
y regresan
regresan a la osadía de un tiempo
en que ignorábamos la lluvia.
De lejos
de lejos intenta amanecer el día.
Pero solo
de lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario