Rozo el aire de tu piel suave
la bienvenida al mundo que le das de madrugada
el arrullo blanco de tus manos
me abrazo a tu calor
a tu pequeña creación del milagro
a tu voz llamando un recuerdo
a tus ojos de elegantes precipicios
me distraigo con tu cintura hablándole a mis manos,
y conjuro en besos pequeña niña
tu diminuta imagen de pasión.
Es maravilloso despertar a lado de la persona a quien amas. Muy bonito poema! Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra me alegra haberlo podido expresar, un beso
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