Te siento azul , inquietante,
briosa mariposa silvestre en alfalfa
te acaricio ruidoso el cielo que se posa en tus ojos
y te robo un pedacito de cuerpo
recogiendo la sombra que el limonero dibuja en vos,
sos comunión y vida, en el medio del patio,
una vez fuiste tórrida siesta en verano,
arcoiris de tibieza cruzando el jardín y el otoño,
escarcha áspera y blanca en las mañanas de agosto
y sorpresa en mis brazos cuando la vida dijo sí
estuviste en todas las estaciones de tu vida en mi vida
solo te hizo falta vivir para anunciarte en mí,
solo te hizo falta un momento de vos para ser eternidad de mí,
para ser alas transparentes de un vuelo de risas
para hacer brazas de una cruz negra y pesada
para armar los amaneceres con solo una mirada,
solo te hizo falta ser chispa y ser alma y ser vos.
Hermoso!
ResponderEliminarMuchas gracias Diana
EliminarGrande, Ruben.
ResponderEliminarGracias Alfredo
EliminarEste poema es precioso. Con gusto lo comparto.
ResponderEliminarTe agradezco que lo compartas, y me alegra mucho que te guste, es un honor para mí, un beso
Eliminarshhh...silencio. Solamente el azul y las mariposas pueden competir con el sonido de tus caricias.
ResponderEliminarHermoso!!! ¿Te digo un secreto? Eres mi lectura en las madrugadas.
Hora de la Cd. de México: 2:06 a.m.
Que lindo estar con palabras en tu madrugada, muchas gracias por dejarme hacerlo, un beso
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