Un viejo sentado en un banco
un gris de foto
la memoria en el rostro
y en el rostro la resignación.
Un viejo esperando en un banco
la espera a ella
tiene tiempo, pero no para esperar
tiene tiempo para decir su nombre
para pensarlo
para inventarlo entre sus manos
para acariciar las iniciales.
Un viejo disfrazado de viejo en el banco
piensa en ella y es joven
sueña en ella y es libre
acaricia el banco y el viento huele a mujer
tiene su cintura atada a la última carta
y la carta en el bolsillo de atrás del pantalón.
Un viejo sentado en un banco,
una esperanza diciéndose mundo
y un hola, acá estoy, que viene desde allá.
<3
ResponderEliminarRuben, con este poema lograste hacer que se me caiga una lágrima. Yo veo esa escena con un señor que está al punto de reencontrarse con su amada, que ya dejó este mundo hace un tiempo, pero su corazón se quedó con él. Y ahora, en poco tiempo ese anciano volverá a ser joven y libre para quererla en otra dimensión. Un abrazo fuerte!
ResponderEliminarQue lindo es poder despertar en el otro la fantasía, muchas gracias por contarme tu proceso, un beso
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