A cada instante
se ilumina un cielo anochecido
y son tus ojos
promesas eternales que
alimentan mi ser y mi tiempo
Y llueve y no para de llover
y esa melancolía que trae la lluvia,
Inventa la noche
y tu ubicuidad y mi deseo
y tus imagenes y mis negros
y tu voz lejana
la completan
y no deja de llover
y la noche
humedecida
es angustia de los patios viejos
y así muerta de frío y temblando
me pide asilo
en los rincones de mi habitación.